martes, 17 de diciembre de 2013

Miénteme como siempre



Hay estadísticas que me causan risa. Alguien las cita y espera ser tomado en serio. ¿No han visto esos datos que ponen en las publicidades de las pastas dentales? Un humorista me recordó que siempre son nueve, de cada diez, los dentistas que recomiendan usar esa crema para los dientes. "Por eso no puedo dejar de pensar en ese décimo estomatólogo, el atravesado que no le da la gana de decir que el dentífrico funciona. ¿Por qué le preguntan otra vez? Ya saben que el tipo les daña las estadísticas", reía el cómico que hablaba de esto en la televisión. Sé que los datos son una mentirilla piadosa para que les compre su producto, pero, igual, paso de largo en el supermercado y compro el que me da la gana.

La vida siempre te pone delante esas falsedades inocentes y uno las escucha, pero sabe que son mentiras. ¿Quién no disfrutó, de niño, el famoso cuento de Caperucita Roja? No recuerdo haberme tragado la historia del lobo travestido, pero me encantaba la ronda de preguntas. Es muy probable que anticipara una suerte de “Quién quiere ser millonario”, pero a nivel de niña tarada y carnívoro mañoso. Porque la pobre chiquilla de la caperuza colorada tenía serios problemas. La opción A es que Caperucita era ciega como un topo y no distinguía entre su abuela y un lobo disfrazado. La opción B es que la abuela no fuese tan agraciada y, si no se había afeitado ese día, resultase fácil confundirla con cualquier animal peludo. La opción C es que la guagua en su puñetera vida hubiese visto un lobo de verdad, cara a cara, o cara a hocico, para ser justos. ¡Elé, la C! Sólo había escuchado historias, había visto ilustraciones sobre lobos, pero nunca se había topado con uno en vivo, en directo y a todo color. 


Muchos pensarán que eso podría haber pasado en el siglo XVIII, con todo y sus luces, pero sin televisión. ¡Pues no! Ahoritica mismo, en el Siglo XXI, con todo y sus tabletas, en ciertas escuelas de Nueva York, hacen recorridos por zoológicos comunitarios para intentar vacunarlos contra la bobería mediatizada. No imagine jaulas con leones o lagunas con cocodrilos. En estos parques de animales, lo que hay son gallinas, vacas, ovejas y patos. Y tendría que ver la cara de los niños cuando descubren cómo son los pollos de verdad. Para los chiquilines es alucinante darse cuenta que no siempre estuvieron congelados ni metidos en bolsas de plástico; que antes de estar en la percha del supermercado tenían vida y caminaban. Pero el éxtasis llega cuando se percatan que no tienen plumas amarillas ni cacarean en Dolby Estéreo.

Ya no tenemos cuentos con moralejas, pero, en esta posmodernidad que habitamos, la mentira se instaló y no ha sido para bien. Tendría que irnos requetebién con tantas tabletas, televisores que ya no caben en las paredes y teléfonos que se declaran inteligentes. Es cierto que deberíamos estar más y mejor comunicados, pero nos va de la patada. ¿Es culpa de la tecnología? No, para nada. Ningún aparato es bueno o malo en sí mismo. Como decía mi viejo profesor de literatura del colegio, con una metáfora de vaqueros: “El problema no son las flechas. El problema son los indios.” Ahora, cuando la realidad es, muchas veces, una puesta en escena, recuerdo que las tribus de estos tiempos tienen, en exclusiva, la responsabilidad y tampoco vale culpar a las flechas por tanta falsedad.

A mí me gustan mi teléfono celular y las series que veo en la televisión por cable. Me parece bien que los papis rastreen a sus hijos con los GPS y los llamen para saber dónde están. Los chicos siempre dicen que están estudiando en casa de Maribel. No importa que, en la llamada, se escuche a Maribel gritando y la música de One Direction no deje hablar. El GPS dice que está en casa de Maribel y punto. Los papis se lo tragan. Hay gente así, que cree a pie de juntillas lo que muestran los medios. Si está en la pantalla, si el aparato lo exhibe, dicen, así ha de ser. Recuerdo que, hace unos meses, un amigo tuvo un accidente de tránsito en el que se incendió su auto. El carro se hizo puré de metal y él, milagrosamente, se salvó con dos o tres raspones. Me confesó que lo más llamativo de todo fue que el fuego no era de verdad, que no se parecía a su idea de un incendio.


Mi pana había construido su imagen de lo que debería ser un fuego, con todas las de la ley, a partir de lo que había visto en la televisión o en el cine. Así, en algún momento del accidente, debían aparecer Tom Cruise o Angelina Jolie, rescatarlo y, acto seguido, una enorme explosión cerraría con broche de oro el percance. ¡Típico! Lo que amplifican los medios no precisa tener un espacio en la realidad. Por eso, los incendios televisivos solo arden en las pantallas iluminadas y no necesitan de los fuegos reales para existir.

En este punto, no dejo de pensar en otro profesor, un suizo llamado Ferdinand de Seassure. A este señor, de poblados bigotes, le encantaba enseñar. Incluso, dos de sus alumnos de Lingüística, seguro los más afanosos, recopilaron las notas de clase de tres años consecutivos. Después, publicaron, en 1916, su Curso de Lingüística General, que lo hizo famoso. Seassure también daba clases de sánscrito, una antigua lengua litúrgica hindú. Imagino que estos alumnos de sánscrito no se la pasaron tan bien como los lingüistas y, por eso, no publicaron ni una letra.  Es comprensible.

¿Y a qué viene el profesor suizo? Pues, Ferdinand de Seassure creó la teoría estructuralista que explica cómo funciona, entre otras cosas, un signo. Según sus estudios, si alguien dice, por ejemplo, manzana, a nuestra cabeza acude la imagen de una manzana, que previamente conocíamos. El maestro suizo llamó significante a la  palabra y a ese fruto rojo, al que le decimos manzana, le nombró significado. Nada mal para un profesor de sánscrito, ¿no? Por eso, mi amigo, el del accidente de tráfico, tenía registrado como significado, para la palabra incendio, lo que había visto en su televisor o en el cine.

¿Entonces? La realidad de los medios, que no siempre es cierta, se impone como si fuera palabra de Dios, más o menos. Pero el colmo es que ya no necesita de un referente en la vida real. Se puede producir realidad desde un gran estudio de cine o en un plató de televisión.

Alguno me dirá que los medios de comunicación tienen, entre sus tareas, ser fábricas de sueños, industrias donde la fantasía es la materia prima. No tengo nada en contra del mundo de la imaginación. Sin embargo, esto no es creatividad ni cosa que se le parezca. Es algo falso que se vende como real y que intenta validarse como tal.

Además, con la bonanza tecnológica, han creado un monstruo insaciable que demanda contenidos. ¿Qué poner en la red? Esa pregunta encontró una respuesta simple: todo cuanto sea posible. El mensaje no es importante. Lo realmente trascendente en su circulación. Son las peluquerías de estos tiempos. Espacios virtuales donde se necesita conversar de algo, espiar constantemente la vida ajena. Vale todo.

Esta velocidad de circulación de los contenidos impide profundizar. La superficialidad es la reina de la fiesta. Es un fenómeno interesante y aterrador. Tanto movimiento de mensajes crea algo parecido a una capa que no deja ahondar. Es como esa nata de grasa de las sopas, que se endurece con el frío. No hay manera de ver qué hay debajo. Ahora pasa algo similar. Son pedacitos inconexos, sin pasado ni futuro, desprovistos de contexto. La tecnología, cada vez más asequible, no está ahí para conocer mejor a los otros, ni siquiera a mí mismo. Simulamos comunicarnos en un presente que da más importancia a lo sensorial. Los adolescentes, los viejecitos y los niños escriben cada día más: mensajes de texto, gorjeos virtuales en Twitter… pero no significa que escriban cada día mejor ni que entiendan o le otorguen sentido a lo que leen.


Por eso, le dije a una profesora de Historia, que el problema de sus alumnos era el tiempo. Estaba aterrada porque, en un examen, alguien señaló que una de las causas de la destrucción de la civilización mesopotámica era la influencia de Stalin en la agricultura. Ya es posible cargarse más de siete mil años de historia y quedarse tan fresco como lechuga. Intuyo que, finalmente, un zigurat mesopotámico tiene alguna semejanza con las torres de la Plaza Roja de Moscú. Es horrorosa la descontextualización. Si perdemos de vista el contexto, será complejo avanzar en alguna dirección.


Y de regreso a las estadísticas, según Telefónica de España, uno, de cada mil usuarios de celulares, desarrolla adicción al teléfono. Inmediatamente, pienso en ese pobre ser que no deja de teclear, enloquece cuando olvida el celular, se desmaya si se queda sin saldo y navega, desaforado, en un universo de mentira. ¡Jodido!


Encuesta

Los amores de Bachelet

La presidenta Michelle Bachelet debe hacer realidad un nuevo ciclo político y social, a partir de su toma de posesión, en marzo de 2014. Cuatro de las propuestas de su programa de gobierno despertaron mayor atención: la redacción de una nueva Constitución, una reforma educacional, otra tributaria y el apoyo al matrimonio entre personas del mismo género. "Es el momento de pensar en grande", afirmó Bachelet durante la presentación de su programa de gobierno, en un pequeño teatro de Santiago, a escasos 21 días de la primera vuelta electoral.

Reforma constitucional

La actual Carta Magna chilena entró en vigencia plena el 11 de marzo de 1981, bajo la dictadura militar. La sola mención de la sombra de Augusto Pinochet tras la ley de leyes de los chilenos y las chilenas provoca incomodidad en la fuerte izquierda de este país sudamericano, a pesar de las numerosas reformas a las que ha sido sometida la Constitución. Entre los ejes centrales de esta nueva Carta Magna. estaría el replanteamiento del rol del Estado en la sociedad. Precisamente, muchos economistas señalan, como una de las causas del llamado "milagro económico chileno", la aplicación de las más ortodoxas recetas del neoliberalismo, indicadas por el Fondo Monetario Internacional, en la novena década del pasado siglo. Estos postulados redujeron la incidencia estatal en la esfera económica. 

Pero, Bachelet quiere repotenciar la presencia de lo público como un actor protagónico en la economía de esta nación austral. La nueva mandataria señaló claramente que Chile debe buscar otro modelo de desarrollo, distinto del que ha colocado esta nación austral en un nivel de crecimiento superior al 5% en este año. Los críticos de esta propuesta de transformación ven en el ideal de la instauración del llamado "Estado Social de Derechos" un peligro, dadas las amplias prerrogativas que tendrían los jueces en pos de un garantismo de carácter social. Semejante a los gobiernos de Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia, la presidenta chilena quiere desarrollar un "pluralismo informativo", que limitaría el poder y el nivel de concentración de los medios de comunicación masiva en manos privadas.

En el programa de gobierno de la coalición de izquierda, se dejó abierta la posibilidad de instalar una Asamblea Constituyente, algo que provocó resquemor en el actual mandatario Sebastián Piñera. “La reforma constitucional no se plantea con claridad en qué consiste, ni cómo va a ser la forma, porque la Asamblea Constituyente no está excluida y en nuestro país si nos vamos a pasar cuatro años en una Asamblea Constituyente, pueden imaginar que va a pasar con todo el resto de las políticas públicas que son las que realmente le preocupan a la gente”, aseguró a Terra.

 Sin embargo, hasta el momento, Bachelet sigue sin hablar de una Asamblea Constituyente, tal y como solicitan sus aliados del Partido Comunista de Chile, el ala más radical de la izquierda chilena. Entre el deseo y el misterio, nadie conoce el mecanismo que se empleará para transformar la Carta Magna. Los primeros y más visibles cambios en la estructura del Estado chileno serán la creación de los ministerios de la Mujer y de Asuntos Indígenas, una subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación; el voto de los chilenos en el exterior y la constitución de un fondo de pensiones estatal, que haga competencia a los fondos privados para jubilados.


Reforma educativa

Uno de los problemas que ha mantenido en jaque a la estabilidad social de Chile es el de las protestas estudiantiles. Las demandas de los y las estudiantes buscan el acceso universal y gratuito a la educación. El sector educativo podría ser una de las puntas de lanza que opere a favor o en contra de Michelle Bachelet. En este sensible ámbito, sería factible constatar ese fortalecimiento del papel del Estado, que es el planteamiento central del programa socialista de gobierno. Como su idea es construir a Chile "colectivamente", deberá producirse una necesaria negociación entre lo que se quiere y lo que, realmente, es viable y sostenible. 

"La educación es un derecho social y no un bien de consumo y si es un derecho social, ¿por qué debe depender de lo que uno puede pagar?", remarcó Bachelet. Por ello, el nuevo gobierno de Chile propone alcanzar la gratuidad total de la educación superior en un periodo de seis años. Sin embargo, esta gratuidad no tiene una diferenciación y beneficiará también a los sectores de ingresos más altos. La masificación del acceso a la educación, según los especialistas, podría poner en riesgo la calidad del sistema educativo. El principal reparo es el financiamiento de este cambio. También hay que considerar que no se ha profundizado si es necesario mejorar la calidad de los estándares de la educación chilena y la reforma se ha planteado, casi exclusivamente, en el ámbito de lo económico. ¿De dónde saldrá el dinero? Para ello, se necesita y se postula un cambio profundo en los modos y los niveles de recaudación de tributos.

Reforma Tributaria

Sobre la reforma tributaria, Bachelet indicó que apuntará a que "los que tienen más paguen más". Esto también incluye la eliminación de un considerable número de exenciones tributarias para las pequeñas y medianas empresas. El volumen de la recaudación tributaria debe traducirse en un monto equivalente a tres puntos del PIB chileno. No están claros los mecanismos que se emplearán para lograr reducir los actuales volúmenes de evasión tributaria.

Por eso, en la misma línea crítica, el presidente chileno Sebatián Piñera sostuvo, en entrevista con Terra, que las medidas propuestas por la Nueva Mayoría es muy probable que incidan en una reducción del dinamismo de la economía nacional y en su presencia como referente de América Latina. “Lo digo por dos razones, una porque ya lo perdimos en el Gobierno anterior de Michelle Bachelet y ahí están la cifras y dos, porque yo leo sus programas de gobierno y veo que muchas de las propuestas son anti crecimiento, anti empleo, anti mejora de salarios, anti pymes”.

Aunque el precio del cobre, que es el principal producto de exportación de Chile, ha ido cayendo, la economía de esa nación austral ha mantenido un ritmo sostenido de crecimiento, que se incrementó, del 3.4% en el último año del primer gobierno de Bachelet, hasta algo más del 5%, que es la cifra planificada para este año. Por lo pronto, el anuncio de esta reforma provocó nerviosismo en los mercados financieros y ameritó la intervención de la CEPAL para calmar los ánimos e indicar que las cifras de la economía chilena tenían relación con el precio del cobre y no con el programa de gobierno postulado por Bachelet. 


Matrimonio Igualitario

 La exmandataria, que desde el inicio apareció como favorita en las encuestas, manifestó también la necesidad de debatir sobre el matrimonio homosexual. Este tópico es, sin espacio para la equivocación, el que menos adeptos tiene entre las filas de la izquierda. Desde que se planteó el apoyo de la mandataria socialista a este derecho de una minoría, se hicieron evidentes las discrepancias en la Nueva Mayoría, la coalición de centroizquierda que la llevó por segunda ocasión al Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno.

"Convocaremos a un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de un proyecto de ley en esta materia", dice el texto del programa, que fue aplaudido de inmediato, en una declaración pública, por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual y condenado, con la misma fuerza, por sectores conservadores de la sociedad chilena, de distinto signo ideológico. Incluso, al reconocer la derrota, la candidata Evelyn Matthei dejó claro que dará la batalla por "esos valores heredados de los abuelos."

Son cuatro y son muy visibles las banderas de lucha que ganaron los afectos de la Dra. Michelle Bachelet. Su presentación pública tardó mucho y ello le generó las primeras críticas. Su defensa fue que constituía un proyecto "participativo", que no había sido confeccionado por amigos "entre cuatro paredes". Es muy probable que ese espíritu de diálogo se convierta en su principal fortaleza y en su más terrible enemigo. Desde la época del presidente Salvador Allende, no se habían propuesto tantos y tan radicales cambios. Concretarlos será todo un reto para esta mujer de innegable carisma. Si lo hace, tendrá la posibilidad de probar que la intervención estatal en la economía no produce distorsiones y es viable, deseable, sostenible. Si las reformas tardan mucho, tendrá sobre sí la presión de esa mayoría relativa que le ha apoyado; de esos jóvenes que esperan y exigen cambios, que, hasta ahora, ella indica que son viables. 

Cuando concluyó de su primer mandato, a pesar del desastre del tsunami del sur de Chile, que dejó centenares de muertos; Michelle Bachelet salió indemne con un 84% de aceptación. En estos días, previos a la votación, recordó ese evento y dijo que Chile la conocía, que sabían que ella podía pedir perdón. Muchos miran ahora hacia la pujante sociedad chilena. Quieren intuir si los amores de Bachelet le agenciarán aplausos o serán la causa de otra enorme disculpa.

En amarillo y rojo: el regreso de Bachelet en contexto


De acuerdo al pronunciamiento oficial de las autoridades electorales chilenas, realizado a las 17:00 horas (hora de Ecuador), la socialista Michelle Bachelet, candidata de la Nueva Mayoría, es la presidenta de la República de Chile. 

El resultado coincide con lo que se vislumbraba en las encuestas, donde se otorgaba una amplia ventaja a la socialista, que ya se impuso en la primera vuelta. En unos comicios dominados por un alto nivel de ausentismo, la doctora Bachelet, en su segunda estancia en La Moneda, debe validar, en hechos, la solidez de la democracia chilena. 

Con una campaña que apuntaba hacia cambios radicales, la ex Mandataria entre 2006 y 2010, debe ahora lograr los concensos que le permitan hacer realidad sus ofrecimientos de una Asamblea Constituyente y una profunda reforma tributaria. La otra candidata, Evelyn Matthei reconoció la derrota, al salir de su casa, e indicó que iría a saludar a su contendiente, que la superó por más de 25 puntos, al estar escrutado el 70% de los votos. "Yo no busqué esta candidatura", aclaró la candidata oficialista. "El resultado es de mi entera responsabilidad", dijo emocionada y con la voz quebrada. 


Ahora se avecina un proceso de profundos cambios. Por ello, en una de las reacciones iniciales, el ex candidato a la primera magistratura Pablo Longueira indicó a la Televisión Nacional de Chile que "no hay que tener miedo a las coincidencias" y, por ello, los políticos "deben estar dispuestos a dialogar". Cauto y conciliador, en sus breves palabras, reiteró que dejará la política, pero quien conduzca a la nación debe hacer real la posibilidad de la economía chilena de entrar en el reducido club de los países desarrollados. 

Una integrante del equipo de Matthei, la senadora Lily Pérez, precisó que, aunque su candidata no ganó, "obtuvimos buenos números". Sin embargo, los analistas indican que este es el resultado peor para la derecha chilena, desde las elecciones de 1990. 



En tanto, aunque el proceso electoral fue expedito, algunas voces críticas cuestionan la validez del ejercicio democrático dado el alto nivel de ausentismo. Solo el 41,5 % de los chilenos y chilenas ejercieron el derecho al voto, de acuerdo a la Universidad Diego Portales. No obstante, la vocera del Gobierno, Cecilia Pérez, indicó: "Nadie puede cuestionar la validez de este proceso". Remarcó que no es culpa del electorado si los candidatos no han logrado encantar a quienes debían ejercer su derecho al voto. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de un debate nacional sobre el retorno del voto obligatorio. 

Sobre este particular, el ministro chileno del Interior, Andrés Chadwick hizo un claro llamado a obviar el tema y mantener el voto optativo: "No hay que tenerle miedo a la libertad". La llamada crisis de representatividad, señalada por la derecha, "no le quita legitimidad al proceso porque todos los mecanismos de elección de Bachelet fueron legítimos", puntualizó el dirigente socialista Francisco Vidal. 

Pasadas las 5:35 de la tarde (hora de Ecuador), el presidente Sebastián Piñera llamó a Michelle Bachelet, a la que felicitó por su actitud patriótica e hizo una cita con ella para mañana, lunes, 16 de diciembre, a las 9:00 am, para planificar el proceso de cambio de mando. La casa de quien dirigirá el destino de Chile, desde marzo, será la sede de la reunión. "Tómese unas vacaciones", le aconsejó, finalmente Piñera.

Noticias relacionadas:

http://www.emol.com/noticias/nacional/2013/12/15/635072/matthei-reconoce-derrota.html

http://www.ntn24.com/noticias/candidata-evelyn-matthei-reconoce-su-derrota-y-felicita-bachelet-por-su-triunfo-en-chile-11581

http://www.soychile.cl/Santiago/Politica/2013/12/15/219928/Elecciones-2013-comenzaron-a-cerrar-las-mesas.aspx

http://michellebachelet.cl/programa/

http://www.ntn24.com/noticias/candidata-evelyn-matthei-reconoce-su-derrota-y-felicita-bachelet-por-su-triunfo-en-chile-115813

En amarillo y rojo: el regreso de Bachelet



De acuerdo al pronunciamiento oficial de las autoridades electorales chilenas, realizado a las 17:00 horas (hora de Ecuador), la socialista Michelle Bachelet, candidata de la Nueva Mayoría, es la presidenta de la República de Chile. 

El resultado coincide con lo que se vislumbraba en las encuestas, donde se otorgaba una amplia ventaja a la socialista, que ya se impuso en la primera vuelta. En unos comicios dominados por un alto nivel de ausentismo, la doctora Bachelet, en su segunda estancia en La Moneda, debe validar, en hechos, la solidez de la democracia chilena. 

Con una campaña que apuntaba hacia cambios radicales, la ex Mandataria entre 2006 y 2010, debe ahora lograr los concensos que le permitan hacer realidad sus ofrecimientos de una Asamblea Constituyente y una profunda reforma tributaria. La otra candidata, Evelyn Matthei reconoció la derrota, al salir de su casa, e indicó que iría a saludar a su contendiente, que la superó por más de 25 puntos, al estar escrutado el 70% de los votos. "Yo no busqué esta candidatura", aclaró la candidata oficialista. "El resultado es de mi entera responsabilidad", dijo emocionada y con la voz quebrada. 


Ahora se avecina un proceso de profundos cambios. Por ello, en una de las reacciones iniciales, el ex candidato a la primera magistratura Pablo Longueira indicó a la Televisión Nacional de Chile que "no hay que tener miedo a las coincidencias" y, por ello, los políticos "deben estar dispuestos a dialogar". Cauto y conciliador, en sus breves palabras, reiteró que dejará la política, pero quien conduzca a la nación debe hacer real la posibilidad de la economía chilena de entrar en el reducido club de los países desarrollados. 

Una integrante del equipo de Matthei, la senadora Lily Pérez, precisó que, aunque su candidata no ganó, "obtuvimos buenos números". Sin embargo, los analistas indican que este es el resultado peor para la derecha chilena, desde las elecciones de 1990. 



En tanto, aunque el proceso electoral fue expedito, algunas voces críticas cuestionan la validez del ejercicio democrático dado el alto nivel de ausentismo. Solo el 41,5 % de los chilenos y chilenas ejercieron el derecho al voto, de acuerdo a la Universidad Diego Portales. No obstante, la vocera del Gobierno, Cecilia Pérez, indicó: "Nadie puede cuestionar la validez de este proceso". Remarcó que no es culpa del electorado si los candidatos no han logrado encantar a quienes debían ejercer su derecho al voto. Sin embargo, dejó abierta la posibilidad de un debate nacional sobre el retorno del voto obligatorio. 

Sobre este particular, el ministro chileno del Interior, Andrés Chadwick hizo un claro llamado a obviar el tema y mantener el voto optativo: "No hay que tenerle miedo a la libertad". La llamada crisis de representatividad, señalada por la derecha, "no le quita legitimidad al proceso porque todos los mecanismos de elección de Bachelet fueron legítimos", puntualizó el dirigente socialista Francisco Vidal. 

Pasadas las 5:35 de la tarde (hora de Ecuador), el presidente Sebastián Piñera llamó a Michelle Bachelet, a la que felicitó por su actitud patriótica e hizo una cita con ella para mañana, lunes, 16 de diciembre, a las 9:00 am, para planificar el proceso de cambio de mando. La casa de quien dirigirá el destino de Chile, desde marzo, será la sede de la reunión. "Tómese unas vacaciones", le aconsejó, finalmente Piñera.

Chile gira el timón hacia la izquierda




De acuerdo al pronunciamiento oficial de las autoridades electorales chilenas, realizado a las 17:00, hora de Ecuador, la socialista Michelle Bachelet, candidata de la Nueva Mayoría, es la presidenta de la República de Chile.
El resultado coincide con lo que se vislumbraba en las encuestas, donde se otorgaba una amplia ventaja a la socialista, que ya se impuso en la primera vuelta. En unos comicios dominados por un alto nivel de ausentismo, la doctora Bachelet, en su segunda estancia en La Moneda, debe validar, en hechos, la solidez de la democracia chilena.