La presidenta Michelle Bachelet debe hacer realidad un nuevo ciclo político y social, a partir de su toma de posesión, en marzo de 2014. Cuatro de las propuestas de su programa de gobierno despertaron mayor atención: la redacción de una nueva Constitución, una reforma educacional, otra tributaria y el apoyo al matrimonio entre personas del mismo género. "Es el momento de pensar en grande", afirmó Bachelet durante la presentación de su programa de gobierno, en un pequeño teatro de Santiago, a escasos 21 días de la primera vuelta electoral.
Reforma constitucional
La actual Carta Magna chilena entró en vigencia plena el 11 de marzo de 1981, bajo la dictadura militar. La sola mención de la sombra de Augusto Pinochet tras la ley de leyes de los chilenos y las chilenas provoca incomodidad en la fuerte izquierda de este país sudamericano, a pesar de las numerosas reformas a las que ha sido sometida la Constitución. Entre los ejes centrales de esta nueva Carta Magna. estaría el replanteamiento del rol del Estado en la sociedad. Precisamente, muchos economistas señalan, como una de las causas del llamado "milagro económico chileno", la aplicación de las más ortodoxas recetas del neoliberalismo, indicadas por el Fondo Monetario Internacional, en la novena década del pasado siglo. Estos postulados redujeron la incidencia estatal en la esfera económica.
Pero, Bachelet quiere repotenciar la presencia de lo público como un actor protagónico en la economía de esta nación austral. La nueva mandataria señaló claramente que Chile debe buscar otro modelo de desarrollo, distinto del que ha colocado esta nación austral en un nivel de crecimiento superior al 5% en este año. Los críticos de esta propuesta de transformación ven en el ideal de la instauración del llamado "Estado Social de Derechos" un peligro, dadas las amplias prerrogativas que tendrían los jueces en pos de un garantismo de carácter social. Semejante a los gobiernos de Argentina, Venezuela, Ecuador y Bolivia, la presidenta chilena quiere desarrollar un "pluralismo informativo", que limitaría el poder y el nivel de concentración de los medios de comunicación masiva en manos privadas.
En el programa de gobierno de la coalición de izquierda, se dejó abierta la posibilidad de instalar una Asamblea Constituyente, algo que provocó resquemor en el actual mandatario Sebastián Piñera. “La reforma constitucional no se plantea con claridad en qué consiste, ni cómo va a ser la forma, porque la Asamblea Constituyente no está excluida y en nuestro país si nos vamos a pasar cuatro años en una Asamblea Constituyente, pueden imaginar que va a pasar con todo el resto de las políticas públicas que son las que realmente le preocupan a la gente”, aseguró a Terra.
Sin embargo, hasta el momento, Bachelet sigue sin hablar de una Asamblea Constituyente, tal y como solicitan sus aliados del Partido Comunista de Chile, el ala más radical de la izquierda chilena. Entre el deseo y el misterio, nadie conoce el mecanismo que se empleará para transformar la Carta Magna. Los primeros y más visibles cambios en la estructura del Estado chileno serán la creación de los ministerios de la Mujer y de Asuntos Indígenas, una subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación; el voto de los chilenos en el exterior y la constitución de un fondo de pensiones estatal, que haga competencia a los fondos privados para jubilados.
Sin embargo, hasta el momento, Bachelet sigue sin hablar de una Asamblea Constituyente, tal y como solicitan sus aliados del Partido Comunista de Chile, el ala más radical de la izquierda chilena. Entre el deseo y el misterio, nadie conoce el mecanismo que se empleará para transformar la Carta Magna. Los primeros y más visibles cambios en la estructura del Estado chileno serán la creación de los ministerios de la Mujer y de Asuntos Indígenas, una subsecretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación; el voto de los chilenos en el exterior y la constitución de un fondo de pensiones estatal, que haga competencia a los fondos privados para jubilados.
Reforma educativa
Uno de los problemas que ha mantenido en jaque a la estabilidad social de Chile es el de las protestas estudiantiles. Las demandas de los y las estudiantes buscan el acceso universal y gratuito a la educación. El sector educativo podría ser una de las puntas de lanza que opere a favor o en contra de Michelle Bachelet. En este sensible ámbito, sería factible constatar ese fortalecimiento del papel del Estado, que es el planteamiento central del programa socialista de gobierno. Como su idea es construir a Chile "colectivamente", deberá producirse una necesaria negociación entre lo que se quiere y lo que, realmente, es viable y sostenible.
"La educación es un derecho social y no un bien de consumo y si es un derecho social, ¿por qué debe depender de lo que uno puede pagar?", remarcó Bachelet. Por ello, el nuevo gobierno de Chile propone alcanzar la gratuidad total de la educación superior en un periodo de seis años. Sin embargo, esta gratuidad no tiene una diferenciación y beneficiará también a los sectores de ingresos más altos. La masificación del acceso a la educación, según los especialistas, podría poner en riesgo la calidad del sistema educativo. El principal reparo es el financiamiento de este cambio. También hay que considerar que no se ha profundizado si es necesario mejorar la calidad de los estándares de la educación chilena y la reforma se ha planteado, casi exclusivamente, en el ámbito de lo económico. ¿De dónde saldrá el dinero? Para ello, se necesita y se postula un cambio profundo en los modos y los niveles de recaudación de tributos.
Reforma Tributaria
Sobre la reforma tributaria, Bachelet indicó que apuntará a que "los que tienen más paguen más". Esto también incluye la eliminación de un considerable número de exenciones tributarias para las pequeñas y medianas empresas. El volumen de la recaudación tributaria debe traducirse en un monto equivalente a tres puntos del PIB chileno. No están claros los mecanismos que se emplearán para lograr reducir los actuales volúmenes de evasión tributaria.
Por eso, en la misma línea crítica, el presidente chileno Sebatián Piñera sostuvo, en entrevista con Terra, que las medidas propuestas por la Nueva Mayoría es muy probable que incidan en una reducción del dinamismo de la economía nacional y en su presencia como referente de América Latina. “Lo digo por dos razones, una porque ya lo perdimos en el Gobierno anterior de Michelle Bachelet y ahí están la cifras y dos, porque yo leo sus programas de gobierno y veo que muchas de las propuestas son anti crecimiento, anti empleo, anti mejora de salarios, anti pymes”.
Aunque el precio del cobre, que es el principal producto de exportación de Chile, ha ido cayendo, la economía de esa nación austral ha mantenido un ritmo sostenido de crecimiento, que se incrementó, del 3.4% en el último año del primer gobierno de Bachelet, hasta algo más del 5%, que es la cifra planificada para este año. Por lo pronto, el anuncio de esta reforma provocó nerviosismo en los mercados financieros y ameritó la intervención de la CEPAL para calmar los ánimos e indicar que las cifras de la economía chilena tenían relación con el precio del cobre y no con el programa de gobierno postulado por Bachelet.
Por eso, en la misma línea crítica, el presidente chileno Sebatián Piñera sostuvo, en entrevista con Terra, que las medidas propuestas por la Nueva Mayoría es muy probable que incidan en una reducción del dinamismo de la economía nacional y en su presencia como referente de América Latina. “Lo digo por dos razones, una porque ya lo perdimos en el Gobierno anterior de Michelle Bachelet y ahí están la cifras y dos, porque yo leo sus programas de gobierno y veo que muchas de las propuestas son anti crecimiento, anti empleo, anti mejora de salarios, anti pymes”.
Aunque el precio del cobre, que es el principal producto de exportación de Chile, ha ido cayendo, la economía de esa nación austral ha mantenido un ritmo sostenido de crecimiento, que se incrementó, del 3.4% en el último año del primer gobierno de Bachelet, hasta algo más del 5%, que es la cifra planificada para este año. Por lo pronto, el anuncio de esta reforma provocó nerviosismo en los mercados financieros y ameritó la intervención de la CEPAL para calmar los ánimos e indicar que las cifras de la economía chilena tenían relación con el precio del cobre y no con el programa de gobierno postulado por Bachelet.
Matrimonio Igualitario
La exmandataria, que desde el inicio apareció como favorita en las encuestas, manifestó también la necesidad de debatir sobre el matrimonio homosexual. Este tópico es, sin espacio para la equivocación, el que menos adeptos tiene entre las filas de la izquierda. Desde que se planteó el apoyo de la mandataria socialista a este derecho de una minoría, se hicieron evidentes las discrepancias en la Nueva Mayoría, la coalición de centroizquierda que la llevó por segunda ocasión al Palacio de la Moneda, sede del gobierno chileno.
"Convocaremos a un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de un proyecto de ley en esta materia", dice el texto del programa, que fue aplaudido de inmediato, en una declaración pública, por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual y condenado, con la misma fuerza, por sectores conservadores de la sociedad chilena, de distinto signo ideológico. Incluso, al reconocer la derrota, la candidata Evelyn Matthei dejó claro que dará la batalla por "esos valores heredados de los abuelos."
"Convocaremos a un debate abierto, con participación amplia para la elaboración y posterior envío de un proyecto de ley en esta materia", dice el texto del programa, que fue aplaudido de inmediato, en una declaración pública, por el Movimiento de Integración y Liberación Homosexual y condenado, con la misma fuerza, por sectores conservadores de la sociedad chilena, de distinto signo ideológico. Incluso, al reconocer la derrota, la candidata Evelyn Matthei dejó claro que dará la batalla por "esos valores heredados de los abuelos."
Son cuatro y son muy visibles las banderas de lucha que ganaron los afectos de la Dra. Michelle Bachelet. Su presentación pública tardó mucho y ello le generó las primeras críticas. Su defensa fue que constituía un proyecto "participativo", que no había sido confeccionado por amigos "entre cuatro paredes". Es muy probable que ese espíritu de diálogo se convierta en su principal fortaleza y en su más terrible enemigo. Desde la época del presidente Salvador Allende, no se habían propuesto tantos y tan radicales cambios. Concretarlos será todo un reto para esta mujer de innegable carisma. Si lo hace, tendrá la posibilidad de probar que la intervención estatal en la economía no produce distorsiones y es viable, deseable, sostenible. Si las reformas tardan mucho, tendrá sobre sí la presión de esa mayoría relativa que le ha apoyado; de esos jóvenes que esperan y exigen cambios, que, hasta ahora, ella indica que son viables.
Cuando concluyó de su primer mandato, a pesar del desastre del tsunami del sur de Chile, que dejó centenares de muertos; Michelle Bachelet salió indemne con un 84% de aceptación. En estos días, previos a la votación, recordó ese evento y dijo que Chile la conocía, que sabían que ella podía pedir perdón. Muchos miran ahora hacia la pujante sociedad chilena. Quieren intuir si los amores de Bachelet le agenciarán aplausos o serán la causa de otra enorme disculpa.
Aura16 de diciembre de 2013 18:12
ResponderBorrarMuy interesante el artículo. El futuro de Chile, otra vez bajo el mando de la presidenta Michelle Bachelet, va a ser muy interesante. Es la transcición de un gobierno conservador bajo el actual ex-presidente de la República de Chile, Sebastián Piñera, hacia un gobierno liberal. Los cambios que se efectuarán en la constitución serán muy controversiales no solo para Chile sino para muchos países en América Latina.
Muchas gracias, Aura. Tienes toda la razón: la mirada está puesta en esos cambios constitucionales. La pregunta es si afectarán o no a la economía chilena, que es el temor de los mercados financieros.
BorrarEste artículo presenta puntos muy importantes, ya que, Chile está a punto de atravesar por muchos cambios debido a las reformas que Michelle Bachelet quiere establecer. Mucha gente se va a ver afectada por estos cambios pero esperemos que los cambios sean para bien. Solo el tiempo lo dirá.
ResponderBorrarLo importante, mi querida Sofía es que, más allá del discurso ideológico, se mantenga a la gente y a su bienestar en el centro. La economía no se debe pensar solamente desde los manuales partidistas. Gracias por tu comentario.
Borrarpor el momento sin comentarios,no hay apuro.
ResponderBorrarClaro que sí, mi estimado René. Observar y seguir los acontecimientos, a partir de esta primera visión, nos amplía la perspectiva. Pero no olvides estas primeras ideas y gracias por compartirlas.
BorrarAl igual que Aura, pienso que las nuevas reformas como la legalización del matrimonio entre personas del mismo género o el desarrollo del pluralismo informativo desatarán nuevas tendencias en América Latina. Ya que Chile se prospecta como una de las futuras potencias mundiales, si dichas reformas muestran frutos positivos, seguramente países menos desarrollados como Colombia, Ecuador o Perú intentarán implementar cambios similares dentro de su modelo de gobierno.
ResponderBorrarMi estimada Arianna, para su suerte o su "desgracia", Chile ha sido y es un referente de lo que se puede hacer bien o mal en nuestro continente. El espíritu es ese: desear que todo salga lo mejor posible, pero sin alejar los pies de la tierra.
BorrarMe dice Nicole George en un mensaje:
ResponderBorrar“Populistas del Siglo XXI: Edición Chile”. Así se debería llamar este capítulo de realismo mágico/político de la historia sudamericana."
Mi querida Nicole, desde su aparición, en la tercera década del siglo anterior, el populismo ha causado tantos males en las democracias latinoamericanas que no justifica las numerosas adhesiones. Ojalá Bachelet mantenga el sentido claro y el timón firme.
BorrarCreo que el desafío más grande que Bachelet enfrentara será la reforma tributaria. Si la reforma va como planea la futura presidenta, entonces también habrá mejora en el sistema educativo de Chile. Me parece impactante que un país conservador como Chile empiece a tener diálogos discutiendo el matrimonio homosexual. Pero nadie sabe lo que depara de Chile en los próximos años, lo único que se puede decir es, buena suerte Michelle Bachelet, esperamos que no tenga que disculparse de nuevo.
ResponderBorrarEl problema de las disculpas es que suelen llegar tras mucho dolor, tanto, que no sé si decir "lo siento" es suficiente.
BorrarGracias, mi estimado Nicolás por tu reflexión. Las sociedades civilizadas dialogan, se cuestionan, se construyen entre todos. Es saludable que hablen de los temas que les preocupan y exijan sus derechos. Lo malo es que, en función de una idea de garantías, se malogre el bienestar común.
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